Hace un tiempo que vengo dándole vueltas a una idea, desde que empezó a hablarse del movimiento de los iaioflautas: ¿cómo afectaría a las tesis del “envejecimiento activo” pensar desde este formato de activismo de las personas mayores?
El “envejecimiento activo” es un conjunto de términos y prácticas (bastante menos orgánicos de lo que se cree) que se suele plantear como nuevo marco de actuación gerontológica que huya de las caracerizaciones “pasivas” de la vejez. En muchas ocasiones el término es ocupado por versiones de la gerontología de orientación psicológica (véase la obra de R. Fernández-Ballesteros) y su modelo bio-psico-social (que básicamente plantea algo así como que los seres humanos estamos cortados por tres estratos, con tres tipos de disciplinas que pueden gobernar cómo cada uno de estos estratos puede ser mejor utilizado o empleado para tener una vida “con calidad”, “saludable” y “exitosa”). Las críticas de algunos de los deniminados “critical gerontologists”, como Stephen Katz es que normalmente esto se plantea como un bien en sí mismo, al margen de cualquier contexto singular y político particular.
Pienso en si estas nuevas formas del “poder gris“, como algunas personas le llaman (véanse los Cuadernos de la FIAPA sobre el tema: vol. 1 y vol. 2), pudiera estar transformando desde dentro las idaes y prácticas de tipo individual-liberal sobre la mayor implicación de los mayores en sus entornos –que muchas veces se plantea desde la idea de recuperar a los “seniors”, profesionales bien formados, para la toma de decisiones, manteniéndoles en condiciones de productividad e incorporando su sabiduría para los contextos productivos actuales, como en el caso del movimiento SECOT– a partir de un formato de participación activista, al modo de lo que hicieron los “Grey panthers” americanos.
¿Cómo un formato de participación como este re-haría o transformaría el propio significado del término así como de los significados y efectos de las actividades en las que toman parte los mayores (normalmente gobernadas por profesionales que ponen a los mayores a hacer cosas en diferentes entornos: jugar, bailar, etc.)?
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Todo esto por haber leído esta noticia del Washington Post:
“They occupy banks, stage sit-ins at government buildings and roar their rage at their own government and at German Chancellor Angela Merkel.
They also use canes and crutches to get to these so-called ‘actions’ — because their average age is 70.
These Spanish grannies and grandpas, part of a protest movement for seniors called the ‘yayoflautas,’ say you are never too old for a revolution. The change they want is for Spain to slow down its tough budget cuts pushed by Germany and instead focus on growth and job creation to solve their country’s crippling debt crisis
[…]
The group was formed after about 15 grandmothers and grandfathers sharing a meal at a Chinese restaurant in Barcelona decided they needed to do something because they thought the younger generation was too passive about the situation in Spain. Since its founding, the group has grown to more than 1,000 members.
[…]
‘Becoming a yayoflauta is more helpful than going to the doctor,’ Mr. Gonzalez said.
‘You are mentally active. You do exercise because you go here and there. You have less time to think about your ailments. You are not lonely anymore, and you have fun.'”